Estamos por finalizar el año, comienza a hacer frío y se acercan las vacaciones; ¿ya tienes planes? Si no es así, que te parecería adelantarlas y salir de viaje durante el mes de noviembre, aprovechando la temporada baja y un espectáculo de naturaleza único de safari en África.

Noviembre es un mes celebrado por los africanos porque marca el cambio de estaciones. En Sudáfrica cesa el intenso calor y comienzan las lluvias, un motivo más que suficiente para festejar en un continente tan árido. La lluvia atrae vida, asienta el polvo, refresca el aire y llena los estanques, sin duda haciendo de este mes el mejor para visitar África, con un espectáculo de la vida salvaje único y, mejor aún, con poca gente ya que es un mes de poco turismo.

Esta temporada trae consigo una oportunidad excepcional de ver cómo la vida salvaje reacciona ante el cambio en el ambiente, por ejemplo en Serengeti se puede apreciar una migración impresionante de animales, mientras que en el Parque Nacional de Katavi los estanques comienzan a llenarse de agua y en ellos se juntan los hipopótamos y los cocodrilos desde la primera lluvia. En Maasai Mara, aunque no hay movimiento por la migración, se puede apreciar la rutina de la vida salvaje en todo su esplendor, donde los animales tienen todo el espacio para ellos y para disfrutar de un ambiente mucho más agradable.

En el sur se pueden apreciar las aves migrantes, los lagos llenos de flamencos y un gran variedad de especies en su hábitat natural. Además noviembre es el último mes en que se puede disfrutar del Parque Nacional de Zimbabwe antes de que haya alcanzado sus límites con la migración. Para quienes disfrutan de la vida marina también hay qué ver, desde las ballenas jorobadas que recorren la costa del Océano Índico, hasta los tiburones en Tanzania, mantarrayas en Mozambique y tortugas a lo largo de las plazas de la costa este.

África posee un territorio de características únicas con una vida silvestre distinta a la del resto de los continentes. Sin duda vivir la experiencia de un safari en noviembre es algo mágico y no te arrepentirás. No todo tiene que ser trabajo, toma un jet privado y escápate un par de semanas a disfrutar de tiempo para ti y a recargar energías para mejorar tu desempeño al final de las vacaciones.