Irse de viaje puede representar distintas cosas para cada persona; algunos lo hacen para expandir sus horizontes, coleccionar fotos y recuerdos en redes sociales, simplemente para divertirse o descansar, o también como parte de un interés por la realización personal. Aunque no hay razones “correctas” o mejores que otras, una de las tendencias en auge es la de los viajes con propósito, los cuales nos hacen ver más allá de nosotros y nos permiten conectar con los lugares y las personas que visitamos a un nivel más íntimo para aprender de ellos, pero también para que nuestra visita se traduzca en un beneficio para éstos.
Los viajes con propósito no necesariamente deben significar menos placer y diversión o representar más esfuerzo al momento de ser planeados; basta con tener en cuenta algunos puntos sencillos para que tu enfoque al viajar sea más significativo e impactante y así goces de experiencias mucho más valiosas.
En primer lugar, sumergirte en la cultura e historia del destino que planeas visitar es un excelente primer paso; documentarte un poco más a fondo sobre el lugar al que viajas te ayudará a entender más sobre las costumbres de la gente, su vida diaria, sus motivaciones, y por supuesto, sobre las joyas que se encuentran escondidas en el destino, más allá de las atracciones turísticas populares. Las guías de viaje, blogs, libros, documentales o revistas sobre la ciudad o el país que visitarás harán que aprecies más y mejores cosas del mismo.
Para absorber lo más posible de la cultura y la historia de un destino y lograr verdaderamente viajes con propósito la mejor forma de lograrlo es adscribirse al llamado slow travel, que favorece itinerarios de mayor duración distribuidos entre menos destinos; sobre todo si ya has tenido oportunidad de conocer múltiples países, elegir tus favoritos y enfocarte en estancias más largas en una sola ciudad te permitirá vivir una experiencia más como local y no tanto como turista. Otro punto que puedes implementar es el intentar vivir como local durante tu estancia, lo que significa buscar un alojamiento temporal (como Airbnb) en lugar de un hotel, visitar sitios menos turísticos, crear rutinas como si vivieras en la ciudad de tiempo completo, aprovechar el transporte público, hacer el súper, etc. Este tipo de acciones, además de crear un viaje más “auténtico” de cierto modo, también te permitirá impactar de forma positiva la economía local y crear relaciones con la gente que vive en la ciudad o pueblo que visitas.
Por último, otro de los secretos para lograr viajes con propósito es seguir un mantra que seguro ya conoces: disfrutar del ahora. Reducir tu uso de redes sociales y tecnología durante tu viaje y enfocarte en vivir las experiencias que tienes frente a ti también es una forma de estar en el presente y de absorber lo más posible de las vistas, actividades y sensaciones que un destino nuevo tiene para ofrecer.
Como mencionamos al inicio de esta entrada, no hay mejores o peores formas de viajar, ni tampoco existen viajes correctos o incorrectos. Explorar el mundo es un privilegio que siempre podremos gozar bajo nuestros propios términos, pero si estás en busca de lograr un mayor impacto y aprovechar al máximo estas oportunidades, sin duda el elegir los viajes con propósito es una manera muy valiosa de exprimir todo lo que el viajar puede ofrecerte y seguro habrá un itinerario que estés planeando para el futuro cercano que podría adecuarse perfectamente a esta nueva tendencia. ¿Qué destinos te animarás a descubrir?
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