Muchos de nosotros empacamos de más para nuestros viajes,  pues aunque es muy incómodo andar cargando y cuidando varias maletas, preferimos ir bien preparados; como dice el dicho, “más vale prevenir que lamentar”. La realidad es que pocas veces usamos todo lo que llevamos y terminamos cargando más kilos y maletas de los que podemos con ambas manos.

Viajar ligero a veces suena como si fuera algo imposible y hacerlo puede llegar a producir mucha incertidumbre, aunque en realidad podemos comprar prácticamente en cualquier lugar lo que sea que hayamos dejado en casa, desde un cargador hasta el traje o el vestido para ir a cenar a un lugar elegante. Si de ropa hablamos, no es necesario llevar un cambio de ropa para cada día de nuestro viaje, en especial si es de varias semanas; fácilmente podemos sobrevivir con cinco prendas distintas de cada tipo si se utiliza el servicio de lavandería de vez en cuando.

La idea es hacer maletas de forma más inteligente, en lugar de aumentar la cantidad. Para quienes les cuesta trabajo hacerse a la idea de viajar con poco equipaje, una buena idea es comprar maletas más pequeñas que nos obliguen a llevar menos cosas. Aún si no hay que andar cargando incómodamente las maletas por todas partes, también será más práctico que andarse preocupando por que se pierda el equipaje.

Ahora que ya lo sabes, intenta hacer menos maletas en tu próximo viaje, primero empaca las cosas que usarás más, como ropa interior, pantalones y camisas. Si crees que te hará falta algo pero no estás seguro de usarlo no lo lleves, si lo necesitas ya tendrás oportunidad de comprarlo en tu destino.