Imagínate que viajar en avión fuera dos veces más rápido, podrías llegar a tu destinos en la mitad del tiempo. Gracias a la NASA viajar a velocidades supersónicas en aviones privados y vuelos comerciales podría ser posible en algunos años.

¿Sabías que actualmente los vuelos comerciales tienen un límite de velocidad de 660 millas por hora? Algo similar a 1,000 km/h. Aunque existen otras aeronaves, principalmente de combate, que vuelan a velocidades supersónicas, es decir, que superan la velocidad del sonido (1,225 km/h o 340.3 m/s), existen prohibiciones para que los vuelos comerciales alcancen esta velocidad por tres razones principales:

  1. La explosión sónica, es así como se le llama al ruido que produce un objeto al sobrepasar la velocidad del sonido. Ésta puede tener terribles consecuencias al nivel del suelo, como ventanas rotas, paredes agrietadas o incluso animales trastornados.
  2. Altas emisiones de carbono que contaminan el ambiente.
  3. El ruido de los aeropuertos, que ha sido un tema de discusión por ser una fuente de contaminación acústica.

Afortunadamente, la NASA desarrolla un modelo que permita reducir la explosión sónica a un sonido similar al de un auto de lujo en carretera, solucionando así el más grande de los tres obstáculos a los que se enfrenta un avión que pueda volar a una velocidad supersónica. Aunque ya se han realizado pruebas exitosas con un modelo pequeño, existe mucho trabajo pendiente, desde conseguir financiamiento para un avión demo hasta pruebas finales en áreas pobladas, pruebas que se espera iniciar en el 2022.
Para solucionar los otros problemas, la NASA realiza un estudio con el MIT que permita reducir el impacto ambiental de estas aeronaves. Por su parte GE trabaja en el desarrollo de diseños de motores que sean menos ruidosos.
Si todo sale conforme a lo previsto, la NASA planea compartir esta nueva tecnología con empresas de manufactura de aviones, abriendo la posibilidad de que en las próximas décadas pueda ofrecerse un servicio más competitivo.