El norte de México es una región mágica, un lugar donde se encuentra prácticamente cualquier clima y donde se vive un ambiente vibrante gracias a su cultura y tradiciones. Tal es la riqueza del norte de México que podemos encontrar bebidas como el Sotol, que en los últimos años ha ido creciendo en popularidad y que ofrece una interesante alternativa al tradicional mezcal y el mundialmente conocido tequila.
Una de las frases más utilizadas al hablar del sotol con extranjeros en los estados norteños de Chihuahua, Coahuila y Durango, productores exclusivos de esta bebida bajo la protección de la Denominación de Origen, es “ni tequila, ni mezcal”, buscando evitar así confusiones sobre la bebida, dándole el lugar que merece.

Dejando claro que el sotol es una bebida única hay que recalcar que su forma de elaboración, su raíz común en el agave (aunque con una planta de otra variedad), hace que la confusión no sea sencilla de evitar. Además, también cuenta con 4 divisiones en cuanto a variedades y estas se asemejan a la clasificación del tequila y el mezcal. Dichas variedades son: sotol blanco o silver, joven o gold, reposado o aged y añejo o extra-aged.

Sotol, tesoro del norte de México

El sotol se consumía por los indígenas autóctonos del norte de México (rarámuris y anazasis), desde hace aproximadamente 800 años y era utilizado en ceremonias religiosas así como remedio medicinal para diferentes padecimientos. Su proceso de elaboración sólo cambió con la introducción del destilado que arribó durante la conquista, aunque su preparación permanece artesanal y gracias a esto se considera una bebida orgánica.
Su proceso de elaboración es bastante parecido al del tequila, aunque gracias a que no es producido en grandes cantidades ha logrado mantenerse al margen de la industrialización. La cocción en hornos de leña enterrados otorga al sotol su característica textura y sabor ahumado que en conjunto con su fuerte graduación alcohólica (que suele variar entre los 38 y 45 grados), hacen que esta bebida sea preferentemente consumida sola o en las rocas.
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