Las canastas de Navidad son una tradición que varias empresas aún mantienen año con año y que sirve como un incentivo a sus trabajadores, al igual que las cenas de Navidad o el implementar horarios reducidos durante las festividades. Esta tradición es bastante antigua e interesante.

¿Donde nace la tradición de las canastas de Navidad?

Para conocer el origen de la tradición de entregar canastas de Navidad como un regalo y reconocimiento hace falta remontarse a la época del Imperio Romano, que es donde se hallan sus inicios.
Nace a partir de una costumbre conocida como “sportula”, que consistía en que los patronos repartieran a sus subordinados más cercanos (también llamados clientes) una canasta con comida, dinero o algún otro presente. Para hacerse acreedores a esta gratificación, una de las obligaciones de los clientes era realizar el “salutatio matutina” que no era más que acudir a saludar al patrón a su casa.

De la Antigua Roma a la actualidad

La costumbre de otorgar obsequios a los empleados utilizando canastas de Navidad no fue generalizada sino hasta finales del siglo XIX, cuando algunos órganos gubernamentales y empresas privadas en Europa comenzaron a hacerlo, llenándolas de productos típicos de Navidad.
Para quienes mantienen esta tradición, la canasta de Navidad sigue siendo motivo de celebración y una muestra de reconocimiento hacia los trabajadores por parte de las empresas. El contenido de esta canasta suele ser muy variado y depende totalmente de la empresa. Lo más común suelen ser botellas de licor, siendo las más populares las de vino, así como queso, embutidos, turrones o dulces, y galletas.
Además de ser un buen regalo para los empleados, las canastas de navidad también son un buen detalle para compartir con los clientes. Ya sea que decidas armar las canastas personalizadas dentro de la empresa o que aproveches el servicio que ofrecen otras empresas, este tipo de detalles harán que quien las recibe se sienta valorado y ayudará a formar relaciones más fuertes.