La publicación Raconteur cuenta de una conversación entre dos ejecutivos:
– “¿A qué hora sale tu vuelo?”
– “A la hora que llegue al aeropuerto”

El ejecutivo que hizo la pregunta se dio inmediatamente cuenta de quién tenía el control de su vida personal y profesional en la conversación.
Desde el comienzo de la venta de jets privados en la década de los 60s, rápidamente los ejecutivos y otros famosos del mundo se dieron cuenta que esta era una herramienta que les ahorraba tiempo, les ofrecía privacidad y sobre todo, les brindaba control.
Para quienes son personas ocupadas con múltiples reuniones tanto personales como profesionales en uno o más lugares en un sólo día, una cosa es cierta: el tiempo es dinero. La misma publicación comenta cómo una organizadora de bodas para la elite británica comenzó a utilizar vuelos privados para poder atender a sus muy ocupados clientes. “Por supuesto no verías a alguien como Robbie Williams perdiendo el tiempo en una sala de espera en el aeropuerto, aún si ésta fuera privada”, comenta la planeadora de bodas profesional.
Imagine una reunión en la mañana en Guadalajara, comida con un cliente potencial en el DF y cena en Cancún. ¿Quién tiene tiempo para ir al aeropuerto y perderse de todo eso? Lo cierto es que los jets privados se han vuelto una herramienta necesaria para ejecutivos y empresarios de alto impacto. Les da un considerable retorno de inversión.