Viajar puede ser una experiencia tan revitalizante como desgastante, claro que depende del motivo, el destino, la compañía y, muy importante, el medio de transporte. Ya sea por negocios o por placer, viajar constantemente puede resultar bastante costoso en el largo plazo, especialmente si prefieres viajar en primera clase, aunque no solamente se trata de la inversión económica que realizas sino también del tiempo que pierdes en los aeropuertos.

Si eres viajero frecuente seguramente te sientes identificado y alguna vez habrá pasado por tu cabeza la idea de adquirir tu propio jet privado, pues aunque algunas personas te recomendarían hacerlo si vuelas más de 400 horas al año por ejemplo, existen algunas otras razones para tener en cuenta antes de hacer un desembolso tan grande.

Además de las horas de uso, es importante considerar el tipo de uso de que le darás a tu aeronave, pues debes tomar en cuenta que existen diferentes tipos de jets para cubrir diferentes necesidades e incluso para cubrir diferentes rutas, por lo que tener solamente un tipo de avión puede resultar insuficiente y aún así podrías terminar viajando en un charter o un vuelo comercial en algunas ocasiones.

Un jet privado podría costarte algunos millones, y aunque podrías conseguir uno usado por un precio más asequible, es muy importante que tomes en cuenta los gastos recurrentes que a largo plazo resultan siendo lo más caros. Por ejemplo, para volar necesitarás por lo menos de un piloto y, aún cuando no estés utilizando el jet tendrás que pagar por el parking en el hangar y el mantenimiento frecuente para segurar su buen funcionamiento, además de otros gastos adicionales como pólizas de seguro y certificaciones.

Viajar en un jet privado puede resultar mucho más conveniente que los vuelos comerciales, pero quizá sea mejor rentarlo que comprarlo. Recuerda que las horas que vuelas al año no necesariamente determinan si deberías comprar un jet, por ejemplo, si lo utilizas en tu empresa y las salidas son descentralizadas o necesitas solo vuelos de ida o varios vuelos el mismo día en diferentes lugares, entonces es claro que comprar un jet privado no sería de gran utilidad.

A veces rentar es una mejor opción, aunque el rango de precio puede ser bastante amplio podrás encontrar opciones accesibles y mejor aún tendrás el jet adecuado para tus necesidades sin tener que preocuparte por el mantenimiento ni gastos adicionales.

Aunque si tienes algunos millones de sobra y quieres invertirlos en algo extraordinario puedes considerar comprar un jet incluso personalizado: ¿qué tal uno similar al del Príncipe Alwaleed bin Talal Al Saud que tiene cochera para dos autos, establo para caballos y camellos y una sala de oración giratoria que siempre ve hacia la Meca?