Pasar de un rol de turista a viajero es una cuestión de preferencias personales. No significa que comportarse de una u otra forma sea mejor o peor, simplemente son enfoques distintos que se pueden adoptar a la hora de viajar y que dependiendo de tus gustos pueden influir en tus experiencias de viaje y en la forma en la que vives cada lugar que visitas.

Tomando en cuenta que viajar es una experiencia personal, que cada uno de nosotros puede tener distintas prioridades y que el objetivo no es juzgar o hablar mal de un rol u otro, es importante aclarar que sí existen algunas actitudes y comportamientos a la hora de viajar que pueden ayudar a crear experiencias más auténticas y/o significativas en cierto modo, a cambiar nuestras perspectivas y a desafiar nuestros límites. Si alguna de estas cosas te llama la atención, entonces estos consejos para pasar de turista a viajero podrían serte útiles.

Adéntrate más allá de los sitios famosos de un lugar

Las atracciones turísticas populares no tienen nada de malo, pero para quien está interesado en adentrarse en una experiencia de viaje más profunda y auténtica, estos no deberían ser el foco de toda su atención. Todos los lugares tienen joyas ocultas esperando ser descubiertas.

Elige destinos no tan populares

Elegir destinos como pequeños pueblos o ciudades de un país en específico que no son tan populares puede brindarte la oportunidad de experimentar la vida cotidiana del lugar, las costumbres de su gente y la posibilidad de ver y vivir la vida desde una perspectiva más original.

Encuentra valor en la gente

Otro de los atractivos más valiosos que pueden ayudarte a dar el paso de turista a viajero es apreciar a la gente local. Las comunidades pueden propiciar momentos mágicos, darte consejos para una estancia más auténtica y placentera, y en general enriquecer completamente tu experiencia. Si viajas en grupo, sólo recuerda que la convivencia no necesariamente debe limitarse a la gente que te acompaña.

Desafía tus límites

Esto puede significar diferentes cosas para cada persona, pero buscar actividades que te saquen de tu zona de confort también es una alternativa para conocer más a fondo un destino y darle un nuevo significado a la palabra “viajar”. ¿Qué aventuras están a tu alcance si te atreves?

Contacta con guías locales

Los guías turísticos locales pueden ser una excelente fuente de información y conocimiento, mucho más enriquecedora que lo que puedes ver en internet o en un folleto. Sus vivencias son invaluables para entender mejor la historia y la cultura de la comunidad que estás visitando. 

Experimenta a través de la comida

¿Qué mejor forma de conectar con la cultura del lugar al que viajas que a través de su gastronomía? Comer es uno de los placeres más grandes de la vida, y combinarlo con los viajes puede ayudarte a generar conexiones valiosas con los destinos que visitas.

Ve más despacio

Es normal que al planear un viaje busquemos exprimir hasta el último minuto de nuestro tiempo y nos propongamos crear itinerarios que a veces pueden ser demasiado ambiciosos. Elegir un destino en específico y pasar más tiempo en él, a diferencia de pasar pocos días en muchos lugares, también es una forma de darnos la oportunidad de ir más allá de la superficie y conocer verdaderamente el destino en el que eres invitado.

Camina

Algo tan sencillo como caminar lo más posible en lugar de manejar o tomar un taxi  puede crear miles de oportunidades para disfrutar de un lugar más a fondo. El transporte público también es otra posibilidad, y aunque claro que no todos tenemos las mismas condiciones para hacerlo, explorar de esta forma es una alternativa para enriquecer tu experiencia. 

Mantén la mente abierta

Uno de los grandes beneficios de viajar es tener la oportunidad de ver el mundo desde un sinfín de perspectivas; apreciar las diferencias en costumbres y culturas en lugar de intentar comprenderlas o juzgarlas es clave para disfrutar tu viaje y también para abrirle la puerta a actividades y experiencias que no puedes imaginar, pero que tienen el potencial de convertirse en recuerdos para toda la vida.

Recuerda que no existe una forma correcta o incorrecta de viajar; no necesitas encajar en un molde, o esforzarte por seguir al pie de la letra lo que otros dicen que debe o no debe hacerse. Encuentra la forma en la que tú quieres disfrutar cada viaje, deja a un lado las presiones, fluye, vive cada momento a tu manera y no olvides disfrutar del maravilloso privilegio que es el poder conocer el mundo. 

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Photo by Dáli Malsagova on Unsplash